Uno de los puntos principales en la decoración de interior es sin lugar a dudas la elección del color. Improvisar y dejar al azar la combinación de tonalidades de nuestra sala de estar, dormitorio o cocina puede ser un grave error, ya que conseguir un ambiente confortable y a nuestra medida no depende solamente de los muebles, electrodomésticos o los materiales seleccionados. El color es una de las claves.
Obtener un buen equilibrio es lo ideal para alcanzar la armonía, pero siempre puedes acudir a colores más vivos o neutros en base a tu propio gusto o la función que quieras darle a esa estancia.
Tonos clásicos: Positivo y negativo
La combinación de blancos y negros es una de las más clásicas: sencilla, elegante e infalible. Aporta una estética que lleva años funcionando a la perfección gracias a ese fuerte contraste entre opuestos.
Pero si un contraste tan fuerte te echa para atrás, recuerda que puedes acudir al uso del gris en sustitución del negro. De esta forma ganarás un poco más de luminosidad.
Colores sacados de la naturaleza
No hay mejor inspiración que la de la propia naturaleza. No es necesario reinventar nada dentro de la decoración de interior. Para obtener un resultado que funcione puedes basarte en los tonos que ves al pasear por el campo en las diferentes estaciones del año.
Azules cielos combinados con tonos madera, o toda la gama de ocres y naranjas otoñales son una magnífica herramienta para inspirarte y componer la estancia a tu gusto.
Una de las virtudes que suelen tener estas gamas cromáticas es su efecto relajante y acogedor.
Dando protagonismo a un color
Otra opción muy interesante y que funciona realmente bien, es la de usar un tono principal como base en la estancia y a continuación añadir toques de otro color complementario en diferentes lugares, por ejemplo en cojines, piezas decorativas, papeles vinílicos, etc…
El contraste se generará gracias a los colores y a las distintas proporciones entre elementos de la habitación.
Recuerda que para elegir las tonalidades de cada estancia, debemos fijarnos en la luz de la que disponemos y el espacio de cada una de ellas. Si la habitación no es muy grande o carece de una ventana luminosa, lo mejor es decantarnos por colores claros. Si por el contrario disponemos de mucho espacio o grandes ventanales, podremos buscar una paleta de colores más oscura para ganar en calidez.
No olvides que en Mandragora Decoración estamos a tu entera disposición para ayudarte a seleccionar tanto los colores como los muebles de tu hogar. Contamos con expertos que te asesorarán sin compromiso.