Cuando ningún estilo termina de convencerte y buscas crear espacios únicos, alejados de lo establecido por modas y consensos, la mejor solución es la de combinar estilos y muebles para crear tu propio espacio. Un lugar 100% personal que hable de ti y de tus gustos por encima de todo.
Si deseas añadir una pizca de modernidad a tu sala, no dudes en usar colores blancos cerca de muebles más oscuros o anticuados. Las pequeñas mesas blancas de líneas rectas pueden ayudarte mucho a obtener el aspecto contemporáneo que buscas, algo que también puedes conseguir con unas paredes blancas y un espacio bien iluminado. Selecciona cortinas que dejen pasar la luz, y conseguirás darle un lavado de cara a tus antiguos muebles.
Si dispones de muebles claros o grises, seguramente tu espacio destaque por su sensación de relax. Será un lugar ideal para sentarte a leer o disfrutar de una tranquila charla en familia. Para otorgarle un punto de viveza y color, no dudes en añadir cojines que usen una gama similar a la de los muebles, pero en tonos oscuros. Por ejemplo, si tus muebles son azul claro, utiliza cojines de azules intensos. Esto ayudará a resaltar el mobiliario. Además, como es habitual, si añades cojines estos harán de tu espacio una zona más confortable todavía.
Si cuentas con un sofá en L, un elemento habitual de la decoración moderna, distribuye cojines a lo largo del mismo. Esto ayudará a que gane en calidez e invite a pasar la tarde sentados en él. Recuerda que la cantidad de cojines va en relación con la seriedad de la estancia.
Si cuentas con un mueble o sofá en color rojo, este será el centro de atención de la habitación. Los mejores tonos para combinar con el rojo son el gris, beige y los tonos arena.
Utiliza el color para darle personalidad a tu estancia, añade tonos oscuros a paredes y sorpréndete con los resultados. Si te da algo de miedo lanzarte a ciegas, no dudes en consultar con nosotros tus ideas y te asesoraremos en lo que necesites.
Un concepto clave que puede serte de ayuda cuando pretendas mezclar estilos, es el de no abusar de demasiados colores. Mantente en una paleta y asegúrate de que los tonos escogidos estén presentes en todos los estilos que hayas decidido combinar.
Exactamente la misma regla debe aplicarse a los estampados. No abuses de estampados llamativos, si es posible limítate a uno y repítelo en diferentes lugares de la sala.
Destacar los muebles y elementos diferentes
No trates de ocultar o de hacer que pase desapercibido aquel muebles que, por ser de un estilo diferente, parezca no tener cabida dentro de la habitación. Por lo general, si tratas de hacer esto, obtendrás el resultado opuesto y dicho mueble se transformará en el centro de la estancia.
La clave es situarlo en un lugar donde se vea bien, y decorar en base a él. Por ejemplo, utilizando colores que estén en esa pieza o creando un punto de luz que lo destaque. Muéstralo sin reparo y conseguirás que todos lo vean con el mismo orgullo que tú.
El uso de materiales en la decoración ecléctica
Si quieres crear un ambiente totalmente ecléctico, no te cortes a la hora de mezclar materiales. Pero, si no deseas llegar a tal extremo, deberías mantenerte en una misma línea. Por ejemplo, si hablamos de muebles de madera, trata que todos sean del mismo tono. E igual sucede con las telas. Mezclar en demasía puede acabar con todo el esfuerzo que hayamos puesto en nuestra decoración.
Para lo que necesites, recuerda que estamos en nuestras tiendas y en las vías de contacto habituales.
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