La decoración mediante alfombras consigue transformar cualquier espacio dependiendo del tipo que seleccionemos.
Cuando pasamos de una alfombra de estilo marroquí a una kilim o si cambiamos sus texturas y pasamos de una étnica a otra escandinava, cualquier cambio tendrá una repercursión enorme en el entorno, cambiando de un estilo tradicional a otro mucho más moderno, o volteando una estancia insulsa a un aspecto atractivo y acogedor.
Existen tantos tipos de alfombras como estilos de decoración, muebles o incluso iluminación. Por tanto, las opciones a elegir son prácticamente infinitas. Lejos quedó la época en la que la variedad de alfombras se limitaban a las persas y europeas.
En la actualidad, las alternativas más contemporáneas y atrevidas presentan diseños audaces cargados de formas geométricas o de estilo boho.
Encontramos alfombras con materiales como el cuero, el yute, la piel de vaca o cebra, el bambú o las alfombras kilim.
Lo primero que debes plantearte antes de decidirte por uno estilo, es qué tipo de ambiente deseas crear en tu hogar, y si este se adecúa a los colores y texturas que ya existen en las distintas habitaciones.
El punto de partida en nuestra decisión debe ser el color de la alfombra, donde el gusto personal será un elemento clave. Podemos decidirnos por alfombras grises, beiges o azules o por otras de tonos más alegres que añadan vitalidad al entorno.
Nunca debemos restar importancia a la elección del color, ya que este afectará a nuestro estado anímico más de lo que imaginas. Nunca deberemos tomarlo a la ligera, puesto que será nuestro acompañante en el día a día.
Si en la habitación donde vas a colocar la alfombra predominan los colores nuestros, una elección interesante sería decantarnos por una alfombra estampada, que le añadirá un toque distinto y atractivo. En caso contrario, la elección debería ser a la inversa: acompañar a una habitación donde predominan los estampados con una alfombra neutra.
En cuanto al tamaño, hemos de tener también cuidado, ya que es muy habitual usar alfombras demasiado pequeñas en espacios muy grandes. Toma bien las medidas y no te quedes corto.
El tamaño del pelo de la alfombra puede ser: corto, medio o largo, siendo las primeras las más resistentes, además de más sencillas de limpiar y económicas. Sin embargo, las alfombras de pelo largo son mucho más cómodas, cálidas y suaves. Si buscas crear un espacio cálido y confortable, o te apasiona el estilo nórdico en la decoración, no dudes en buscar una alfombra de pelo largo. Mientras que para zonas de paso como la entrada o el pasillo, busca alfombras de pelo corto.
Por último, plantéate seriamente cuál es tu estilo de vida para seleccionar la alfombra correcta. Si tienes mascotas, una alfombra de color claro puede no ser la mejor opción. Si va a tener mucho desgaste, busca algún tejido o motivo que disimule las futuras manchas, esto te ahorrará trabajo de mantenimiento.
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